jueves, 28 de febrero de 2013

Nieve



Vaya ¡cómo nieva! Estoy sentada justo enfrente de una ventana, estudiando y escribiendo (ya sabéis, la tesis) pero no me puedo resistir a parar un momentito y disfrutar del espectáculo.

Ya, lo sé, soy una privilegiada. Privilegiada por trabajar desde casa y no tener que moverme de aquí. Por poder contemplar esta nevada desde mi cálido y cómodo hogar. Me acuerdo de las personas que tienen que conducir, o venir andando desde la oficina con la que está cayendo... Sé que la nieve es incómoda para muchos, lo sería para mí si trabajase fuera de casa.

Pero qué queréis que os diga... en mi condición actual, que también es la de otros muchos que pasan el día dentro de casa estudiando o con sus pequeños negocios, esto es una gozada, una auténtica gozada...

Podría pasarme los minutos y las horas viendo de nevar y escribiendo en mi portátil; como os digo tengo la ventana justo detrás del mismo, por lo que incluso veo la nieve caer mientras estoy deletreando y mirando a la pantalla. Los techos de los coches ya están blancos. El árbol de enfrente ofrece un aspecto precioso, las ramas desnudas cubiertas por una delicada capa de hielo.

La nieve y las bodas me recuerdan a esto

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Y me recuerdan que una de mis fantasías de juventud podría haber sido casarme en invierno, en un día muy frío y nevado, para poder lucir un precioso abrigo largo blanco. Me hubiera sentido una auténtica reina-novia, una reina de las nieves joven y glamourosa.

martes, 26 de febrero de 2013

Consejos para un matrimonio perfecto

Hoy tenía muchas ganas de escribir, muchas cosas en la cabeza, muchas ideas para nuevos posts (de bodas, de autodisciplina, de decoración), y al final resulta que abro el editor de texto y decido que en realidad no me apetece traducir en palabras nada de esto...

Seguro que a todas las blogger os ha pasado esto alguna vez: la idea revolotea por vuestra cabeza pero a la hora de escribir se resiste, se bloquea. Mi remedio para esto es apuntar todos esos temas posibles en una libreta y acudir a ellos cuando me apetezca, cuando sea el momento indicado (que lo sabré).

Porque lo que mi mente y mis sentimientos me piden escribir hoy es otra cosa distinta. No de zapatos de novia, de desarrollo personal, de orden en la casa, de ramos hermosos. El cuerpo me pide escribir sobre amor de pareja y matrimonio. Hace mucho que no se habla de amor en este blog...

all-things-bright-and-beyootiful.tumblr.com

viernes, 22 de febrero de 2013

El momento adecuado

El momento adecuado probablemente nunca llega si nos esforzamos en buscarlo.

El momento adecuado para casarse. Para tener hijos. Para amueblar nuestra vivienda. Para empezar nuestro propio negocio.

Bueno, os preguntaréis, ¿y a cuento de qué todo esto...?

Resulta que el otro día compramos un vinito rosado más caro de lo habitual. Capricho de la mujercita de la casa, vaya. Una vez en casa, nos preguntamos ¿cuándo lo abrimos? ¿El próximo mes-aniversario, para un cumpleaños, una ocasión especial? Resulta que igual llega esa ocasión, ese "momento adecuado" y surgen otros planes, y el vino rosado se queda triste y solo, esperando en un rincón. Igual en nuestro próximo cumpleaños, aniversario, o día de celebración variado, estamos tan exultantes que nos olvidamos por completo del vino...

¿Y entonces cuando...?

via

Hago un guiño y me digo que el momento adecuado puede ser hoy. Porque estamos juntos, porque nos apetece. No hay nada especial que celebrar (bueno sí, ¡que estamos vivos!) o es un momento trascendente de nuestras vidas.

Y me digo que si lo fuera, si en algún momento se produce uno de esos instantes en que te sientes conectada al universo, o inmensamente feliz, o eufórica, o enamoradísima, o te empiezas a reír y no puedes parar (¿no os ha pasado? pequeñas burbujas de sabiduría o felicidad que ni sabes de donde vienen), quizás no tengamos una botella de vino para celebrarlo. Pero en realidad tampoco hará falta. La grandeza de ese momento bastará por sí sola.

Así que cariño, ¿por qué no aderezamos esos momentos "buenos pero no maravillosos" de la vida, con una cena, vino, salida nocturna o plan descabellado? Abramos ese vinito hoy. Estamos tranquilos y serenos, estamos juntos. Quien sabe lo que pueda pasar tras la descarga de alcohol...


Juassss... XD via

Así es la vida. Que a veces los caprichos no acompañan a las celebraciones o a los momentos vibrantes, pero posiblemente pueden ser el preludio de los mismos... ¿no os parece?

Como cuando una se pinta los labios de rojo un día cualquiera, y le sucede algo fuera de lo común; o cuando sales desganada a tomar unas cañas con los amigos y no regresas a casa hasta la madrugada.

El momento adecuado es justo cuando te lo planteas. Ni más ni menos. No se puede prever, no se puede racionalizar. Pero en cierta forma, se puede estimular que surjan "momentos adecuados" todos los días. Basta con atreverse a algo diferente, concederse cosas, llevar a cabo planes que no haríamos por pereza.



via (tumblr, princesse-a)


En mi caso, esto viene marcado por empezar una botella de vino que no sabíamos cuando abrir.  :-)

¿Brindáis conmigo?

miércoles, 20 de febrero de 2013

Nuevo look

Soy una sentimental. Los cambios me gustan, pero cuando suponen la ruptura con lo anterior, me asustan.

Llevaba semanas queriendo cambiar la plantilla del blog. No porque no me gustase la anterior (de hecho, me encantaba, era uno de esos tesoros gratuitos que encontré por la red un día), pero había perdido por completo su funcionalidad al ser una plantilla para Blogger antigua...

Había funciones que eran imposibles de implementar (bueno, imposibles para alguien sin conocimiento de html como yo), y para la modificación de cada gadget, tenía que introducirme en la página de Blogger...

Así que nada, esta tarde, en que tengo otras cosas más importantes que hacer pero algún extraño estímulo (¿pereza, falta de autodisciplina?) para no hacerlo, le he hecho un completo cambio de imagen al blog.

¿Qué os parece...?

Espero irme acostumbrando poco a poco... Tengo que reconocer que tengo un poco de penita... pero seguro que pronto empiezo a ver las ventajas de este diseño más minimalista (¡ais, si yo no lo soy!) y funcional.

Rosas del sahara para bouquets chic



Hace mucho que no escribía un post sobre flores. Creo que uno de los aprendizajes más fructíferos que llegué a cosechar como "novia en proceso".

Escribir este post me transporta en parte, a esa etapa: donde mis objetivos personales y profesionales estaban paralizados, y cuando acababa de hacer las tareas y trabajos básicos para mi subsistencia, empezaba mi segunda vida: la vida de las compras, de fantasear con mi boda y de Internet. (Aisss... qué recuerdos... me parece ahora tan lejano todo eso...) A veces aún me sorprende ese "subidón" bodil de entonces, y esas ganas que tenía entonces de hablar con mi novio y con mis amigas casaderas de la red de flores, tocados, vestidos, decoración y reflexiones matrimoniales.

Los tiempos han cambiado, y afortunadamente ahora tengo otros proyectos y aspiraciones interesantes que son igual de intensos que en mi etapa de pre-boda. Sin embargo, he de decir que no tienen ese aura de romanticismo tan visual como las cositas de la boda :-) Que de autodisciplina no hay esas imágenes tan bonitas!

Así que hoy quería recordar un poquito todas esas emociones, las alegrías de la época dulcemente frívola de hace un año y medio, y por eso escribo un post sobre flores. Desde luego, si algo no cambiaría de mi boda es mi ramo. Me encantó (puedes verlo aquí). Pero no obstante, viendo estos preciosos bouquets que ahora os voy a mostrar empiezo dudando un poquito...

Todos ellos tienen en común una flor de nombre exótico y evocador: la rosa del Sahara. Lo peculiar de esta rosa no es tanto su forma como su color: de un tono rosa-champagne apagado muy elegante y muy dulce para una novia. Me gusta no sólo para el ramo de la novia, sino para los ramos de las damas de honor, y para la decoración. Evidentemente, un presupuesto "normal" de una boda no dá para poner ramos de rosas del Sahara aquí y allá (calculo que un centro de los pequeñitos estaría por los 50€), pero quizás alguno en tu casa, en la habitación donde vayas a vestirte y que luego puedas llevar a tu mesa del restaurante, sí que te podrías permitir.

Os dejo con unas imágenes de bouquets de rosas del Sahara, para que las novias os inspiréis y las casadas penséis en esta alternativa para vuestro próximo centro de mesa.

via
 

Karentran blog

domingo, 17 de febrero de 2013

Las bodas... ¿nos preocupamos demasiado?

Hace unos días escribí el post que llevaba deseando escribir... digamos que desde hace unos meses, después de casarme. Lo titulé lo que no se dice, que es una forma de decir aquéllas cosas que importan y de las que no se habla. Por un lado, porque en un mundo repleto de bonitismo, fantasía e idealismos extremos como es el mundo de las bodas, este tipo de cosas parecen no tener cabida.

A raíz del post, surgió un debate bastante interesante en los comentarios, y que a mí, al menos, me hizo pensar. Por mi parte, es estimulante que en los comentarios se aprecien distintos puntos de vista: tanto las que me "dais la razón" porque habéis experimentado todos estos sentimientos, como las que los veis un poco propios de novias neuróticas :)

Como ya he dicho alguna vez, a todas las que comentáis os agradezco mucho que me hagáis pensar. Que me pongáis un poco al límite de mis ideas. Durante todos estos días he tenido una pregunta flotando delante de mí...

¿Le damos "demasiadas vueltas" a todo lo que rodea a las boda? ¿Nos damos las novias demasiada importancia? ¿Por qué? ¿Son los sentimientos demasiado extremos?

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Yo por mi parte, os apunto algunas conclusiones a las que he llegado después de "dejar reposar" estas preguntas en mi mente.

lunes, 11 de febrero de 2013

MÁS autodisciplina. Una introducción.

Las que seguís el blog habitualmente o de vez en cuando, os habréis topado hace un mes con algunos post para nada relacionados con el contenido habitual: ni bodas, ni reflexiones de novia o casada, ni mis batallas diarias. Estos posts estaban dentro de lo que llamé mi operación autodisciplina y que fue mi primera toma de contacto con el que me he propuesto que sea mi propósito principal para este 2013: ser mucho más disciplinada y organizada.

Tras las diez lecciones de mis diez días consecutivos me han ido surgiendo muchas ideas paralelas, algunas fruto de la reflexión y otras fruto de la práctica, que quería desarrollar en algún momento. Y ese momento ha llegado. Me he propuesto a partir de ahora empezar la semana con un post de autodisciplina y desarrollo personal. Creo que estas pequeñas lecciones pueden venir bien a las novias obsesionadas con sus bodas, a las novias equilibradas, a las casadas que quieren emprender un nuevo objetivo o en general a las frikis que leen mi blog por uno u otro motivo ;-)

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domingo, 10 de febrero de 2013

Delicioso domingo

Si tuviera que decir un día de la semana en el que haya notado que mi vida ha cambiado radicalmente desde la boda (o desde que vivo con mi chico, que para mí ha sido lo mismo) sería el domingo.

Los domingos desde hace años eran un día raro y extraño. Tanto mi novio (por entonces) como yo trabajábamos en ciudades diferentes. Nos veíamos, o bien en nuestro pueblo, que es el de ambos, o bien en alguno de los domicilios del otro. El domingo siempre era el día de la separación, de volver cada uno al sitio donde trabajaba. Ese sentimiento pesados y nostálgico me acompañaba desde que me levantaba. Uff, era un rollo...

Un domingo normal de mi vida de los últimos dos años me hubiera levantado en casa de mis padres (que por mucho que allí esté mi habitación de adolescente, yo ya sentía que no era mi sitio), habría comido, habría quedado con mi novio a tomar un café por la tarde, y en invierno a eso de las seis-siete, habría cogido el coche para irme, después de una despedida que se me hacía cada día más difícil. Creo que a cualquier pareja, superados x años juntos (nosotros por entonces ya llevábamos ocho años), estas separaciones y esta rutina semanal llega un momento en que se hacen insoportables. Mis domingos de los últimos año, o año y medio lo eran.

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Antes de todo eso, hubo una época de mi vida en que los fines de semana trabajaba y libraba los lunes. En esos momentos, la llegada del domingo por la noche era muy dulce y a mí me daba un pequeño subidón. Recuerdo que aprovechaba para ver Cuarto Milenio en el sofá de casa con mis compañeras de piso (qué sensación tan guay de complicidad y amistad compartidas) y como yo no tenía que madrugar al día siguiente, me quedaba casi siempre hasta el final del programa, medio dormida en el sofá...

viernes, 8 de febrero de 2013

Lo que no se dice

Ayer estaba hablando con una de mis mejores amigas... del blog. Hace un tiempo, y como ella me había confesado un secreto importante, sentí el impulso de revelarle el que era mi secretillo. Ella se casó tres años antes que yo, pero realmente pensé que no entendería muchas de las cosas que yo escribía aquí. Pensé que vería chocante que una persona intelectual y poco dada a este tipo de cosas, escribiera un blog de bodas (aunque ya es un poco miscelánea), y que habría algunos post que tildaría como cursis o irrelevantes.

Pero sin embargo, mi blog le gustó. También los artículos de consejos, actitudes y de preparación de la boda. Oh, sorpresa.

Y me dijo algo que me ha hecho romper este silencio de varios días con respecto al blog y ponerme a escribir esta mañana, nada más levantarme. Y es que el blog le estaba ayudando mucho a descubrir que ciertos sentimientos que ella había tenido (y de los que nunca habíamos hablado, por cierto, y eso que como buenas amigas tenemos conversaciones profundas de vez en cuando) yo los había pasado también. Y que por tanto era "normal" sentirse o pensar de ciertas formas.

Me dijo que comparte mi postura de que no todo es tan maravilloso ni tan bonito como lo cuentan por ahí. Porque no nos engañemos, la gente, por lo general, sólo hablamos de lo bueno, de lo maravilloso. Y a veces, incluso, exageramos un poquito. O mentimos. Todo lo que sea para ocultar a los demás o a nosotras mismas (esto me parece sin ninguna duda lo peor) la decepción, el dolor, nuestras dudas o la angustia.


via: Whateveryouwantmetodo (tumblr)

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