lunes, 30 de diciembre de 2013

Fin de año y autodisciplina

Se va apagando poco a poco este 2013 y en las conversaciones, los blogs y las bitácoras proliferan la enumeración de deseos y propósitos para Año Nuevo.
Contando estrellas
Via: burnettsboards.com

La verdad es que yo he sido siempre "muy de listas" de este tipo. Suelo hacer dos al año: una en fin de año, y otra para mi cumple, que pilla justo en la mitad. Puesto que este es, además de un blog de bodas, mi espacio personal, me gustaría dejar aquí unas anotaciones breves sobre esto.

Aunque hace casi doce meses completos que empezó el año, cuando releo mi post del día uno de enero sobre "mi objetivo este año es ser más disciplinada" abro los ojos con asombro, porque me parece que realmente no hace tanto. Que este post lo escribí algún día del mes pasado. Y no... hace ya casi un añito, señores.

¿He aprendido algo sobre autodisciplina este año? Buf, aprender he aprendido mucho, practicar algo menos de lo que me hubiera gustado. Entre estas enseñanzas podría listar...:

lunes, 23 de diciembre de 2013

Navidades en familia... de dos.

Y ya están aquí... nuestras segundas navidades de casados. Que para nosotros además significan, nuestras segundas navidades viviendo juntos.

Ya expliqué el año pasado que a mí las navidades en estos últimos años, me provocan sentimientos encontrados. Supongo que es lo que tiene la madurez, a veces. Dejas de vivir en una nube rosa de inocencia e ilusión, y una cierta despreocupación respecto al futuro (cuando una es joven, el futuro siempre es maravilloso) y ves la realidad tal cual es... Hay cosas que te sorprenden de lo bonitas que son, incluso sin las capas de fantasía. Otras te dejan el corazón un tanto helado.

Esta Navidad la verdad es que me la he tomado con filosofía. He decidido salir un poco de la vorágine del consumismo, y también de las obligaciones. He decorado mi casa, he enviado una tarjeta navideña a una persona a la que no voy a ver y he ido a la iglesia (algo que llevaba sin hacer muchos, muchos meses). He decidido no forzarme a sentir alegría, ni ilusión, ni paz, ni armonía ni nada. Simplemente no forzarme.

Y he decidido hacer algo que siempre había querido hacer, aunque nunca me había permitido: irme a pasar la Nochebuena a otra ciudad con mi pareja. Durante todas las Navidades he tenido y tengo otros planes, dos cenas con amigos y otras tantas con familiares. Y en Nochebuena... pues me apetece, simplemente, escaparme de un evento familiar multitudinario al que no me apetecía mucho ir (no por malas relaciones, sino porque este año no estoy de humor para cenar con tanta gente) y aplicar la máxima del "menos es más".


lunes, 9 de diciembre de 2013

Planes en pareja: mudanza

Hablar de mudanza hace que, a los que las hemos experimentado, se nos erice a la vez el vello de ambos brazos y recuerdos, algunos entrañables y otros horrorosos, inunden nuestra cabeza.



Pues bien, hace unas semanas, mi marido y yo estuvimos de mudanza. Una mudanza complicada porque el piso "de destino" estaba en un proceso de reforma. Así que a las ¡decenas! de cajas y muebles varios esparcidos por el nuevo piso, se sumaron el polvo producido por esta reforma y una cierta desesperación... Al final, y como todo, las obras finalizaron, las cajas se colocaron, y todo quedó limpio, bonito y a nuestro gusto.

Así que en este estado actual de orden y calma, diferente a lo que fue semanas atrás, he querido pararme a pensar un momento para reconocer los puntos buenos que ha tenido esta reciente mudanza. Y daros ánimos e ideas a las que estáis en un proceso similar de mudanza, reforma o "casa desbaratada o a medio amueblar".

lunes, 2 de diciembre de 2013

Casarse por amor

Y esta vez resucito una entrada del primer día que comencé el blog (26-08-2012), sobre algo de lo que se habla muy poco en los blogs de boda pero que es precisamente la clave del asunto: que nos casamos para dar un paso más, para comprometernos, para hacer de nuestra unión no un asunto meramente privado y romántico, sino algo oficial. Es decir, que casarse tiene un significado romántico o emocional, y también un sentido digamos "legal" o social.

Por supuesto, hacer una boda bonita y con detalles, que conviertan ese día [del "paso oficial"] en inolvidable para nosotros y también para nuestros invitados es importante, y es hermoso.

No es superficial engalarnarnos a nosotras y al lugar de la celebración, y hacer invitaciones bonitas, y tener un vídeo de boda precioso, en absoluto. Pero quizás sí roza lo superficial olvidarnos durante los meses de preparativos del trasfondo del asunto, y no hablar sobre ello. En este post que titulé en su día: ¡me caso! Pero esto... ¿qué significa? expongo algunas de mis opiniones. Particularmente, me alegra haberlo tenido claras ciertas cosas desde el principio, pero admito que, en más de un momento de locura bodil (y blogueril), parece que este motivo pasó a un segundo plano. Hoy por hoy, sé que no importa. No importa si un día te obsesionas con los broches de los zapatos de tu atuendo de novia si al día siguiente te ríes de ello. No importa si un día discutes con tu novio por algo relacionado a la boda y al día siguiente lo renegociáis y os reconciliáis. No importa si algún día te parece lo más importante del mundo que pongan un partido Barça-Madrid el día de tu boda (hablo con conocimiento de causa...) si cuando pasa el tiempo lo recuerdas con cariño.

Y al final, no importa si tu boda no sale exactamente como tú esperabas si cuando acaba la fiesta piensas: en este momento (ojala "el resto de tu vida" pero si no en el momento presente), estoy donde quiero estar.

Casarse es muuuucho más que cumplir la fantasía de los quince años de verse con un vestido de princesa e irse de vacaciones a un lugar de ensueño. Casarse es afianzar una relación. Es perder el miedo a hacerlo legal. Es unir a dos familias y dos grupos de amigos en una celebración que (snif! lagrimita) nunca más volverá a repetirse. Y casarse puede ser el primero de muchos proyectos compartidos en la pareja, y también una oportunidad para "pasar" de lo que digan los demás, y hacer lo que realmente deseas. Casarse, a algunas personas (entre las que me encuentro) conlleva experiencias muy interesantes y hace madurar.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Quince ideas de meseros para tu boda.

Un asunto decorativo que está poniéndose mucho de moda en las bodas (fijaos, ha llegado incluso a las bodas convencionales... jeje) es el de hacer meseros personalizados. Se acabó eso de "mesa 1"o "mesa 2", lo que se lleva es nombrarlas con nombres de ciudades, de películas, de jugadores de fútbol, de libros, de pintores, de escenas y episodios de nuestra vida... Es bonito poner un punto personal en estos detalles ¿no? De todas formas, se ha vuelto tan convencional poner nombres a los meseros que, casi casi lo más original en estos momentos ¡es numerar las mesas como se ha hecho toda la vida!

Yo me decanto por esta última opción pero personalizando el proceso. Una cosa es poner un folio feo doblado en dos con un número en (¡¡horror!!) letra Times New Roman tamaño 50 y otra cosa es... poner unos meseros bonitos y de buen gusto.  Desde luego las webs y los blogs de bodas están repletos de hermosos arreglos de mesas en los que, por supuesto, el mesero o número de mesas tiene un papel muy importante.

Este finde he estado navegando por Etsy y he encontrado una estupenda selección que puede inspiraros a la hora de decorar las mesas de vuestra boda. La mayoría son muy sencillos y, si sois habilidosos, podéis hacerlos vosotros mismos (aunque ya sabéis que yo para estas cosas, siempre opto por dejarlo en manos de un profesional, lo que puede ser tan sencillo como conseguir la plantilla e imprimirlos uno mismo).

Os pongo mi selección de quince meseros muy diferentes entre sí unos de otros y adaptables a todos los estilos, ¡no olvidéis decirme cuál es vuestro favorito!

1. Cartón e imitación a encaje (sííí, de nuevo encaje, mi perdición). Sencillo y elegante.

Lace Wedding Table Numbers - Handmade  & Eco-Friendly - Vintage Weddings

martes, 19 de noviembre de 2013

Quién soy



Y quién soy yo para contar esto....


Casi cuatro años después de comenzar a escribir este blog (cuatro años ya desde que preparaba mi boda... y ¡más de tres de casada!) me he animado por fin a escribir una breve página sobre mí.

Miss Chloe es una joven mujer de 32 años (ahora mismo) que un día empezó este blog llevada por una creatividad y un anhelo de compartir cursilerías y detalles de bodas superior a sus fuerzas. :-) No sabría yo que esta decisión de abrir mi propio espacio en la red, mi blog de bodas, me llevaría a amar el mundo blogger, me reencontraría con mi pasión de escribir que andaba dormida, y me obligaría a reflexionar sobre muchos, muchos temas. Lo que empezaron siendo reflexiones de una novia enamorada, y fascinada por todas las cosas bonitas que veía por Internet (a veces también un poco obsesionada, la verdad sea dicha), se fueron transformando en pensamientos más profundos sobre la vida, el amor, la autodisciplina y el mundo moderno. En aquel mes de agosto de 2011, a ocho meses de mi boda, empezó la semilla de lo que soy hoy... 

¿Y quién soy hoy? Una mujer casada (felizmente, de momento), que disfruta de su vida de pareja, sus amigos, sus lecturas, de momento sin hijos, y que se dedica profesionalmente a algo que le llena y apasiona: el coaching personal (puedes leer mis nuevos artículos aquí) Cuando ahora releo estos antiguos escritos no puedo evitar sentir una enorme ternura por quién era yo antes, un poco más joven, un poco más insegura, un poco más ingenua, pero ya entonces sentía un fuerte deseo de expandirme, encontrar la belleza de las cosas y compartir. No imaginaba que esta afición que era escribir en mi blog de bodas sería la semilla de un proyecto profesional que hoy ocupa mis días. Tampoco imaginaba que aprendería tantísimo sobre blogs, diseño, fotografía, relaciones o decenas de pequeñas cosas sobre las que he leído para escribir los posts y que no me habían interesado nunca antes.

El mundo de las bodas está lleno de romanticismo, detalles y belleza y eso ahora lo llevo dentro para siempre. No hay fotos más bonitas que las de un lugar de ceremonia o celebración bien decorado o dos novios guapísimos con la mirada chispeante el día de su boda. A menor escala pero también presente, alrededor de la preparación de una boda podemos fijar una mirada crítica en el tema de las relaciones, las ilusiones que se venden por la web, las expectativas inalcanzables (por idealizadas) y la necesidad de poner el foco en lo importante y no en lo accesorio. Por ello, casarse también es un buen momento para analizar qué somos, qué queremos y qué dificultades encontramos en nuestra vida. Es un bonito punto cero para cerrar una vieja etapa, recogiendo lo aprendido y diciendo adiós a lo que no sirve, y abrirnos a la siguiente etapa con ganas y con esperanza.

Este blog me sirve de recordatorio de esa etapa de transición novia-recién casada y por eso siempre acabo volviendo aquí con cariño. A partir de ahora escribiré bastante poco, pero no obstante quiero seguir haciéndolo. Aunque no sea más que una vez al año. En realidad, habría tanto que contar de la vida de casada... Y de cómo se viven otras bodas cuando hace años que una ha preparado la propia...

Si acabas de llegar a este blog, hay más de 250 artículos esperando que los leas y les des un poco de cariño. :-) Así que ponte cómoda, hazte un té calentito, y empápate de la aventura de preparar tu boda, con todos los más y los menos que implica. Este nunca fue un blog de tendencias, sino de generalidades y reflexiones, así que afortunadamente hay pocas cosas pasadas de moda, a pesar de los años.

Un gran abrazo y si quieres seguirme, nos vemos en mi nuevo proyecto > Coaching emocional para mujeres inquietas

¡Por las bodas, y todo lo bueno que traen las bodas!

Agosto de 2015

martes, 29 de octubre de 2013

La pareja, por Sergio Sinay

Que el vínculo de pareja es singular lo sabemos todos, aunque no nos hayamos detenido mucho sobre esto. Y como este blog va de bodas (y esto no sólo consiste en que "todo quede bonito"), y por ende, de matrimonios, creo que es un buen lugar para lanzar esta reflexión y después dejar algunas opiniones:

La pareja fundacional concentra y condensa la matriz de las relaciones humanas. En ningún otro espacio como en ella dos personas quedan desnudas (aunque se tapen y disfracen de mil maneras) y “condenadas” a vincularse, del modo más maravilloso, amoroso, empático, trascendente, creativo y nutricio o de la manera más perversa, psicopática, manipuladora, egoísta, utilitaria y estéril. Con nadie más cada una de ellas podrá experimentar, como primicia y en entero ejercicio de su responsabilidad, la certeza del amor del modo en que este lazo lo permite. En ningún otro vínculo el ejercicio amoroso es el resultado de una elección efectuada en absoluta paridad, en igualdad de condiciones, de tú a tú.

El amor de los padres hacia los hijos es (en toda su riqueza y trascendencia) el amor de alguien que creó al otro. El amor de los hijos a los padres es, en el inicio (y mientras la actitud de los padres abone el vínculo) el amor de alguien hacia quien lo creó y de quien necesita para sobrevivir. Existe el amor de la amistad, único y especial, pero está a salvo de convivencia y proyectos comunes. Las parejas que honran al amor con su modo de convivir, mejoran el mundo.

(Fragmento del libro “Sanar la Pareja” por Sergio Sinay, Ediciones B)


Sydney griswold photography

domingo, 27 de octubre de 2013

Cosas guays que pasan en Barcelona (1)


Como todo domingo que se precie, hoy he estado un rato remoloneando en la cama antes de levantarme. Esta vez, incluso un poquito más de lo habitual, pues vengo que haber pasado una semana en Barcelona ¡de lo más intensa! Lo que incluye largos viajes en tren (no vivo cerca de la ciudad condal, precisamente), tardes de patearme la ciudad, algunas noches de cervezas, trabajo, experiencias varias y poquitas horas de sueño.

Pero vengo feliz. Ha sido un viaje productivo, aprovechado. Que ha tenido sus pequeñas sorpresas y sus grandes descubrimientos. Hoy vengo a hablaros de uno de ellas, que sucedió el jueves por la mañana. Y dentro de poquito os hablaré de la otra gran sorpresa que ocurrió el jueves por la noche.

Ya veis, los jueves, en Barcelona, ¡son los días en los que pasan cosas! :D

Como ya comenté en el blog, me invitaron a la presentación de un showroom en el espacio de viajes Kuoni en Diagonal. Ya que nunca había estado en un evento blogger me hacía ilusión ir, pero sobre todo me decidí por el comentario que me dejó la chica de Simplyourworld en mi anterior post. La verdad, fue un "puntazo" que contactara conmigo sin conocerme, y que quedáramos al día siguiente para ir juntas. A X. y sobre todo a Martina que fue quien "nos unió" ¡muchas gracias desde aquí! Y al resto de chicas que fueron al evento, ¡encantada de haberos conocido!

Yo que conozco la parte profesional del sector bodas de forma indirecta (como lectora voraz de blogs de wedding planners, de revistas, de empresas de eventos), me di cuenta que, efectivamente, en torno a las bodas está emergiendo un gran sector. Y que lo más importante para las empresas y las wedding planners en estos momentos, es darse a conocer y trabajar de forma muy cercana con los novios, ofreciendo asesoramiento personal y servicios añadidos. Creo que la empresa que se queda en su local, sin salir allá afuera, y sin incluir la parte más emocional y personal en sus servicios, tiene los días contados en esto de las bodas...


Así, la idea de viajes Kuoni, además de ofrecer sus maravillosos destinos (joer, se me hacía la boca agua cuando sonaban en mi oído lugares como Seychelles, Maldivas, Tailandia...), era la de aunar en un espacio a distintos profesionales del sector y así servir como inspiración o ayuda a los novios.


De los expositores, me gustó mucho la candy bar que montó Yes I do (además de lo maja que es en persona), los zapatos de Serena Whitehaven, el álbum metalizado de Oliver & Viladoms Studio y el fantástico catering de Jubany. Madre mía, qué re-bueno estaba todo, y presentado de una forma muy, muy original.

Por otro lado, me hizo ilusión encontrarme con los responsables de comunicación de Raimon Bundó, porque... bueno... aunque no lo he dicho nunca en el blog, ¡yo llevé un vestido de Raimón Bundó en mi boda! En este post, os cuento un poco cómo fue mi aventura de buscar vestido de novia y además cuál fue el modelo final elegido. Igual en el futuro vuelvo a actualizar el post y os pongo una foto mía con él, pero eso será cuando pierda el pudor-web, ¡jajaja! ;-D

 Os dejo aquí unas poquitas imágenes del día (hice más fotos, pero la verdad es que mi cámara no es la mejor del mundo, ni yo la mejor fotógrafa, jeje) y añado una reflexión final:


Oliveras Floristes






 
 

domingo, 20 de octubre de 2013

Evento bodil ¿y qué se hace aquí?

A pesar de que tengo un blog de bodas desde hace más de dos años (OMG, ¡cómo pasa el tiempo!) nunca he ido a una feria de novios ni nada similar, de hecho, ni siquiera tengo Instagram, o twitter, o facebook del blog, ¡si ni siquiera muestro mi cara!

Alguna vez me han propuesto por el correo alguna colaboración publicitaria, y salvo una vez, que fue para el tema de promocionar detalles de boda solidarios, nunca he hecho nada de eso. Del mismo modo, me han invitado a asistir a algún evento que otro (esas invitaciones tipo spam que se mandan a todo quisqui, sí) pero como no vivo ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Sevilla, sino en una modesta (pero muy cuca) ciudad de provincias, nunca me he planteado ni siquiera ir.

Y sin embargo... ayer recibo en mi correo una invitación para la presentación de la BCN Wedding Showroom que será la próxima semana en Barcelona, concretamente el 24 y el 25 de octubre.



Bueno... resulta que la semana que viene, por motivos de trabajo, estoy en Barcelona. Resulta que nunca he ido a ninguna feria de novios, ni siquiera cuando estaba preparando mi boda (y creo que me lo hubiera pasado guay, con mi novio, amigas o family). Y resulta que en parte me apetece pasarme un poco "a cotillear" por la feria que puede montarse en una gran ciudad.

Pero ahora viene mi pregunta, yo nunca he ido ni 1) a una presentación o evento blogger ni 2) a una feria de novios. ¿Qué se hace? ¿Pasear y cotillear, simplemente? ¿Echar fotos a todo y luego contaros? ¿hablar con los dependientes y decir "no miro para mí, sino para mi mejor amiga/hermana que se casa" o "no, si yo ya estoy casadísima, pero tengo un blog..."?

En fin, escribo este blog para pedir consejos y que si a alguna persona de Barcelona le apetece acompañarme a este sarao... pues estaré encantada.

¡Feliz domingo!

viernes, 18 de octubre de 2013

Ya están aquí... revistas de novia

El otro día estaba de viaje, sola en la estación de Atocha, esperando que saliera el tren rumbo a mi ciudad.

Nunca me ha importado la espera de una o dos horas en la estación, porque así me permito dar una vuelta tranquilamente por las tiendecitas (aayy, paso de largo por Accesorize porque estoy en modo ahorro, pero cuántos bolsos y pendientes no me he comprado allí), tomar algo, o leer indolentemente una revista.

Como no llevo nada para leer durante el viaje y en el rato de espera, voy al kiosco a ver las novedades de este mes. Y... ¡¡uoooo!! Las primeras revistas que veo son el TELVA y el VOGUE novias que acaban de salir!!


martes, 8 de octubre de 2013

Una nueva aventura

El tres de septiembre de este año empecé a escribir el post que veréis a continuación. Me he decidido por retocar lo que escribí entonces y no cambiarlo, porque está muy encuadrado en la fecha en la cual fue escrito. Ahí va...


sábado, 5 de octubre de 2013

Welcome!


Si estás en este blog es porque...

a) Te casas en breve
b) Te has casado en breve
c) Tu hermana/mejor amiga/cuñada se casa en breve
d) ¡porque te encantan las bodas!

Así que antes de nada ¡¡BIENVENIDA!!

Seguramente ya habrás ojeado decenas de revistas de novias y habrás visto algo así como unas 300 entradas en portales y blogs de boda. Probablemente se te habrá hecho la boca agua con bodas tan elaboradas y cuidadas (y presumiblemente caras) como esta:

Rustic garden wedding

o bodas campestres de estilo "shabby chic" (¿que no sabes lo que es? ¡yo tampoco lo sabía! ¡este es tu blog!) como esta:

via weddingchicks


o maravillosas bodas en la playa (¿sabías que hay gente que se va al resort de un país exótico y ajeno a los novios para celebrar allí su boda? yo no daba crédito, pero es cierto) como esta:

via
Mirar hoy día un blog de bodas (especialmente los británicos) o una revista quita el sentido. Bodas espectaculares, diferentes, originales. Peeero...


Seguro que tú, por el lugar donde vives, porque llevas 300 invitados y porque a tu suegra le daría un síncope si decidieras hacer algo más atrevido (como no invitar a sus primos, por ejemplo), tienes que hacer otro tipo de boda. Lo que en mi pueblo se llama una boda convencional.

Bueno pues ¡que sepas que estás de enhorabuena! Una boda "normal", de las que siempre, también puede ser muy personalizada (ya irás descubriendo que es lo que más defiendo en este blog), auténtica, con un toque de glamour y muy muy divertida.


¿TE ANIMAS A DESCUBRIRLO?

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Escribí este post el 26 de agosto de 2011, hace ya más de dos años. Fue el primer post de este blog, ése en el que se explica el "para qué", el sentido del blog. Me produce cierta ternura leerlo, y seguramente, hoy hubiera escrito el comienzo de otra manera muy distinta. De hecho, lo habría escrito incluso con otro lenguaje.

Sigo opinando lo mismo que dije en su momento, aunque en este momento creo que la diferencia entre las "bodas convencionales" y las que no lo son es más difusa. Este verano he tenido varias bodas. Todas han sido bonitas, a su manera, con sus detalles. Ninguna ha sido como esas bodas de revista o de blogs, tras cuyo diseño hay wedding planners y gente especializada. No sé si estas novias habían mirado blogs o revistas, supongo que sí, pero seguro que habían preparado su gran día con mimo e ilusión.

Sigo considerando que el tipo de boda que tengamos no sólo depende de lo que queramos, sino de los medios conque contemos. Económicos, de personal, saber "lo que puede hacerse y lo que no". Las bodas "de revista", como yo las llamo, requieren ayuda especializada. Porque una nunca es tan buena como para estar a la altura de gente que está haciendo eso día tras día. Por otro lado, cualquier boda puede animarse con unas nociones básicas de decoración, sorpresas para los invitados y extras de restauración o de música. Para eso está este blog, en parte. Para mostrar algunas opciones que pueden poner "un poco de salsa" a las bodas donde lo más que tenemos somos nosotras mismas, y un lugar de celebración que no admite muchas novedades.

Pero sobre todo, este blog está orientado a enseñarte a disfrutar y entender tu boda, empezando por los preparativos. Para hablar de desavenencias y problemas, de lo que no se habla. Para quitar hierro al asunto.

Hay posts sobre mis propias experiencias, otros en que he recopilado un poquito de flores, tartas, figuras, ideas que se ven por la web. Hay post sobre consejos. Consejos sinceros. Otros posts hablan sobre los días que siguieron a la boda, algunos de ellos extraños...

En algunos aspectos, he cambiado de idea completamente. En otros, mantengo la misma postura. Cuanto más pasa el tiempo, más veo que casarse no es cosa de un día, sino que es un compromiso diario. Y que el día de la boda "no es el día más importante de tu vida", y lo importante siempre es lo que quede tras él. Y no obstante, sí diría que casarse y organizar una boda es una experiencia bastante singular y que merece la pena vivirse.

Bienvenida a este blog, si lo acabas de descubrir. Y si ya me habías visitado antes, sólo me queda agradecerte tu tiempo y tu participación. Un blog, para mí, pierde parte de su sentido si no hay feedback, sin lectores, sin comentarios.

¡Nos vemos por aquí!

RMW Gallivant Shoot 1156 September Adventures.
via Rock my wedding

viernes, 30 de agosto de 2013

Releer

En un mundo donde la información disponible es, por definición, infinita, (puesto que a la cantidad abrumadora de información que ya existe, hay que sumarle la cantidad abrumadora de información que se crea nueva cada día), parece una bobada releer lo que dicen los demás o volver sobre lo escrito por una misma.

También pasa con los libros. Hay quien dice que con todas las obras maravillosas que existen en la literatura universal, más los tantos libros estupendos que salen nuevos cada año, qué sentido tiene volver a los viejos párrafos conocidos.

Este argumento tiene toda la lógica, por supuesto, y sin embargo... para mí releer, ya sea viejos artículos de blog que tengo guardados en "mis favoritos", viejos recortes de revistas, o viejos libros, tiene todo el sentido.


binzamar.tumblr.com
Puesto que hay tanta, tantísima información en forma de blogs, libros, manuales, folletos, etc. la aspiración de leer siempre cosas nuevas para dejar menos por descubir me parece un tanto ingenua. De todos modos, leyendo cada momento nuevas cosas no llegaríamos ni a leer el 0,05% (por decir algo) de todo lo que existe, ¿para qué instigarnos tanto por la novedad, pues? Aun leyendo cada semana de nuestra vida un libro nuevo, (una maravillosa combinación de clásicos, novela actual, ensayo y libros técnicos, por ejemplo) no llegaremos a cubrir ni de lejos todo el espectro de obras existentes e "imprescindibles". Nunca habremos acabado realmente. La tarea de leer y buscar información es hoy día, más que nunca, interminable.

miércoles, 28 de agosto de 2013

¿Malva en una boda?

Si me dijeran qué color no utilizaría ni en sueños para una boda, creo que diría el malva o violeta. Es un color bonito en pequeñas dosis, pero que me parece deprimente si es muy vistoso. He visto dormitorios pintados en este color y... por dios... no puedo pensar que exista un lugar más nostálgico para dormir.

Y sin embargo, llevo mirando bodas esporádicamente bastantes meses, y repasando el otro día mi antigua lista de favoritos (y borrando muchos de esos lugares que en su momento tildé de "imprescindibles" y que finalmente no visité), me encontré con imágenes como esta: un ramo absolutamente precioso, de esos que miras con detalle y piensas "qué maestría hay detrás de esas manos que lo han hecho posible"


Projectwedding blog via

domingo, 25 de agosto de 2013

Temporada de bodas

Septiembre es la nueva temporada de bodas.

Es un mes aún cálido, y luminoso, pero no tanto como sus predecesores julio y agosto, en los que aguantar con el maquillaje sin derretir y el peinado sin deshacer por el sudor es todo un reto...

Para mí este año, septiembre es mi temporada de bodas particular, nada más y nada menos que asisto a cuatro bodas diferentes, y a diferencia del año pasado, las cuatro bodas muy muy cercanas: buenas amigas y familiares muy directos.

En estos días, estoy ciertamente con los preparativos de la boda, aunque no sea la mía: ultimando las últimas compras (puesto que tengo ya varios atuendos de boda, sólo he necesitado un par de zapatos y un nuevo vestido que ha sido toda una ganga), pidiendo cita en las peluquerías, organizando (y disfrutando) despedidas de soltera, poniéndome deacuerdo con mi marido para nuestros trajes (me encanta que su corbata vaya a juego con mi vestido) y sobre todo, compartiendo con las novias sus preparativos y desvelos sobre el gran día.

viernes, 2 de agosto de 2013

Y tras la desconexión... reflexiones

Queridas lectoras,

Hace unos días (que al final se han convertido en meses) desaparecí del mundo virtual, pero fue sólo figurado. Hice una especie de "ayuno de blogs" que no resultó tan ayuno como yo pretendía (como a los cinco días, me introduje en un huequito de mi tiempo en algunas páginas web, jejeje), pero que me ha servido para darme cuenta de algunas cosas importantes que no quisiera olvidar.

Por otro lado, me encantó recibir en mi cuenta de correo comentarios positivos y llenos de ánimo. Sé que algunas de vosotras estáis con vuestras bodas, y mirar blogs y revistas virtuales de boda es parte del proceso (así que seguid haciéndolo, sin pasar nunca el límite de lo que gusta a lo que es adictivo), pero para las que estéis un poco saturada con vuestro trabajo o con vuestra vida, igual es momento de desconectar un poco. Desconectar de la avalancha de información para conectar con lo cotidiano.



¿De qué me he dado cuenta en este tiempo?

Para empezar, he tenido dos días de trabajo en este período altamente productivos. Pero de verdad. Han sido horas y horas dedicadas a mi tarea, y eso me ha dado un subidón de energía que... al llegar la noche, en esas dos ocasiones, estaba plena de felicidad. Dios mío, me he dicho, ¡esta sensación es mucho mejor que el placer inmediato que me producen mis escapadas a Internet!

Eso sí, es cierto que a pesar de esos momentos de subidón, aún estoy revisando mi tendencia de postergar, a dejarlo todo para última hora, y a ver en ciertas cosas un esfuerzo inmenso que luego, me doy cuenta, que no es tanto. Pero hoy, más que hablar de autodisciplina, me gustaría comentar algunas cosas importantes de Internet, de cómo yo lo veo.

Para empezar, opino que leemos demasiada información. Sí, definitivamente. Demasiada. No necesitamos, ni remotamente, saber tanto.

Repito. Toma aire y medita mis palabras. LEEMOS... DEMASIADA... INFORMACIÓN. No...

no necesitamos saber tanto.

Buscar tanto.

Introducir tanto en nuestras cabezas.

(¿que pasaría si ahora mismo, en vez de seguir leyendo, apagases el ordenador y te quedaras mirando al vacío? Seguramente, que conectarías un poquito más contigo mism@. Igual lo que necesitas no es leer mis pensamientos, sino escuchar los tuyos, o igual parar de pensar... Pero si te gusta lo que hay aquí escrito, sigo).

viernes, 7 de junio de 2013

Autodisciplina: necesito que vuelvas

Cuando comenzó este año 2013 (y ya vamos por la mitad, dios míooooo, ¿dónde se va el tiempo?), tenía un objetivo muy claro en mi cabeza: ser más disciplinada.

Esto se traduce en organizarme mejor, producir más, perder menos el tiempo, definir mis objetivos e ir a por ellos, contra viento y marea... Y se traduce también en domar a esta parte insconsciente de mí que está a sus anchas en la indolencia, la satisfacción inmediata, la postergación, la pereza...


En su momento, me propuse hacer un planning de diez días, siguiendo un libro llamado "Autodisciplina en diez días", para examinar las actitudes que hay detrás de esta falta (aparente) de autodisciplina, y corregirlas en lo posible. Y escribí post larguísimos y reflexivos sobre ello que me llevaron varias horas, y de los que me sentí muy orgullosa.

Hoy por hoy... sigo recordando algunas de esas lecciones, y es cierto que en algunas cosas me he vuelto menos postergadora (o al menos me doy cuenta de qué truquitos estoy utilizando para postergar, lo cual ya es mucho). Pero siento que necesito refrescar bien mi memoria... Y necesito comprometerme otra vez en serio... Y no es sólo una cuestión personal, es que esta desorganización (menos que antes, tal vez, pero aún presente) me está trayendo ciertos problemas profesionales e incluso con mi pareja. No quiero entrar en detalles, pero puedo decir que me han puesto las cartas sobre la mesa muy seriamente... y desde luego, no puedo permanecer impasible y dejar que se hundan mi trabajo, mi sueldo y mi vida marital.
Tengo que hacer algo... pero ¡¡YA!!

domingo, 2 de junio de 2013

Tras cuatro días de vacaciones

Ese pequeño placer de llegar un domingo a casa, después de haber pasado el finde fuera de ella, y encender el ordenador que aguardaba mi regreso.

Los domingos a partir de las nueve de la noche, son para mí, los blogs, Internet y la tele, todo ello junto en el salón, y mi maridín en el sofá de al lado. Juntos, pero no revueltos, cada uno a sus cosas. Mirándonos y diciéndonos algo de vez en cuando. Para ciertos momentos, también estar juntos así está muy bien. ;-)

He llegado a casa después de haber pasado cuatro días fuera, en la playita (no hacía excesivo calor, pero por dios, qué bien hemos estado). Era un viaje de ocio con pareja y amigos; la mayor parte del tiempo hemos estado sin parar de hacer cosas, pero por suerte, ha habido ciertos breaks durante el día en que he podido desconectar y pasar ratitos sola, frente al mar o leyendo una novela.


miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Hacer caso a los consejos de los demás?

Diariamente todos damos y recibimos consejos. Nos guste o no, a todos nos encanta compartir nuestras experiencias e inculcar a los demás nuestras "perlitas" de sabiduría. Y cuando alguien nos llega y nos dice: "¿sabes, aquéllo que me dijiste hace tiempo...? Tenías razón", nuestro ego sube a límites insospechados.

Qué voy a decir yo, si este blog y tantos otros hablan sobre consejos de bodas y relaciones (y últimamente, consejos de todo tipo, que hace meses ya que aquí la temática se ha expandido mucho).




Llevo cierto tiempo pensando en esto de los consejos a los demás. Últimamente leo varios blogs sobre psicología, minimalismo, productividad, y en general way of living. Blogs en los que sus autores vierten diariamente una gran cantidad de reflexiones y consejos. Algunas veces sus enseñanzas o sus experiencias coinciden con las mías. En este caso, no hay lucha interna posible, me reafirmo en mis convicciones. Pero en otros casos, lo que proponen estos autores es radicalmente distinto a lo que estoy haciendo en esos momentos.

Y entonces me pregunto ¿Estoy haciendo algo mal? ¿Debería cambiar esto? ¿Debería pensar de otra forma?

sábado, 18 de mayo de 2013

Momentos de complicidad el día de la boda

Una de las mejores cosas de organizar una boda, son esos momentos cómplices y divertidos que se comparten con las personas que están a nuestro alrededor.

Creo que la mayoría de las personas que se han casado, recordarán con cariño esos ratitos pasados con su pareja en los que fantaseaban con su viaje de luna de miel, con su vida en común o con el día de la boda. O las horas invertidas en planear cada uno de los detalles del gran día: el ir a elegir las invitaciones, las alianzas o la búsqueda del fotógrafo de la boda. Por mi parte, recuerdo muy bien esos findes fríos del invierno en que mi pareja y yo nos preocupábamos de todos estos menesteres.

Pero aunque mis principales preocupaciones las compartí con mi pareja, también recuerdo de forma muy especial esos momentos de ilusión con amigas y compañeras que se casaban el mismo año que yo. No sólo compañeras físicas, sino también virtuales. Al fin y al cabo, yo era una de esas blogueras/foreras que se pasaba medio día en Internet intercambiando experiencias y consejos, y leyendo las opiniones de las demás.

Los preparativos son una etapa muy especial de las bodas, y nunca insistiré lo suficiente en lo importante que es compartirlos con las personas que nos rodean. Os sorprenderéis de lo agradable que resulta para otra persona acompañaros a elegir vuestras cositas de novia. A este respecto, recuerdo que cada vez que me llegaba un paquete a casa (pedí varias cositas de la boda por Internet) esperaba que estuviera mi hermana conmigo para abrirlo juntas. Me gustaba ver su cara de sorpresa, junto con la mía. Para mí, no era igual abrir los paquetes yo sola que con su compañía.

Y luego llegan las despedidas de soltero, y las fiestas, y por fin... el día de la boda. Y una vez más, ese día está salpicado de momentos especiales con amigos y familiares que asisten a nuestra boda y se ilusionan con nosotros. Algunos hechos y sentimientos que suceden ese día, lógicamente no se pueden prever. Pero en otros casos, creo que es posible "provocarlos" un poquito.

Por ejemplo, ¿por qué no, antes de salir de casa, invitar a tus mejores amigas y amigos, esos que están contigo en ese momento tan especial de "vestir a la novia o al novio" a una copita de champagne y brindar todos juntos? Creo que en esos momentos en que los novios suelen tener un ligero nerviosismo, nada mejor para aliviarlo que unas risas y un último brindis de soltero con los amigos. Ved las siguientes fotos, a mí me encantan.


bern wedding06 Bern wedding with Laura & Raphael

jueves, 9 de mayo de 2013

Historias de bodas: A veces lo mejor viene después

Todas queremos que nuestra boda sea un día mágico y todo salga perfecto.

Y cuando hablamos de que todo salga perfecto nos referimos a que nos gustaría no equivocarnos en ninguna de las decisiones que hemos tomado. Que una vez que pase la boda, no lleguemos a pensar: "vaya, si pudiera dar vuelta atrás cambiaría..."

La verdad es que es muy difícil no arrepentirse de alguna cosa o pensar que algo lo haríamos diferente, y que todos los aspectos (meteorología, look nupcial, restaurante, decoración, disposición de las mesas...) estén lo perfectos y maravillosos que nos gustaría. Siempre hay pequeños peros. Y la verdad es que la mayoría de las bodas son bonitas y especiales a pesar de esos pequeños inconvenientes, de los detalles que no han salido justo como los habíamos planeado.

A veces no damos importancia a estos detalles que no salen todo lo bien que nos gustaría, pero a veces sí lo hacemos. Yo, que me he recorrido unos cuantos blogs y foros antes y después de la boda, me he encontrado múltiples artículos en los que las novias se torturan por asuntos como "me arrepiento de haber elegido este vestido, este peinado, haber invitado a estas personas, haber cedido en esto, haber contratado este fotógrafo" o bien "echo de menos no haber tenido vídeo de bodas, no haber contratado este grupo para tocar, no haber hecho esto de otro modo diferente y menos tradicional, etcétera, etcétera".

Creo que es bastante común en las novias tener este tipo de pensamientos obsesivos, que nos repetimos una y otra vez. Y aunque sabemos que sí, que no nos aporta nada el recordar aquéllo que no salió como esperábamos, a veces no sabemos parar y "soltar" el tema. Las lecciones teóricas las sabe todo el mundo (si algo no se puede solucionar ¿para qué pensar en ello?) pero ¡ay, qué complicado es a veces ponerlas en práctica! (Respecto a esto, yo recomendaría "soltarse completamente" y dar salida a todos los sentimientos, no darles cuerda pero tampoco guardarlos ni reprimirlos; algún día acabarán por agotarse. Si queréis luego os hago un post al respecto ;-P).

Cuando Virginia me escribió para contarme su historia, al principio me sonó un poco a esto. Me decía que habían elegido no tener un fotógrafo oficial en su boda, sino contar con las fotografías espontáneas que sacaran sus amigas, una decisión que tampoco es extraña, muchos novios optan por esto mismo. No obstante, pasada la boda se arrepintió de esta decisión, porque el resultado no fue tan bonito como había previsto.

domingo, 28 de abril de 2013

Días muy liados

Y esta vez no son los de una novia en vísperas de su gran día :-)

La verdad es que últimamente ciertos asuntos laborales y de la tesis me llevan de cabeza (sinceramente hay ocasiones en que quisiera renunciar a todo, pero noooo, aquí estoy, resistiendo), tanto que no me queda energía y creatividad para dedicar al blog, no al menos de la forma en que me gusta. Tengo varios posts muy chulos empezados, y en fase borrador, pero me falta "algo más" para darle ese puntito que busco y acabarlos. Supongo que la creatividad, y las ideas, no pueden florecer igualmente bajo cierto agobio y la presión de acontecimientos externos, así que no me queda otro remedio que ser indulgente conmigo misma y dejar que las aguas exteriores se cambien, antes de seguir escribiendo.

Ahora mismo recuerdo el primer aniversario (¡la semana pasada, quiero irme otra vez!) y veo que fue todo un momento de relax, un punto de inflexión... Una estancia de un día en un hotel precioso, y sin muchas pretensiones (turismo muy tranquilo, mucho relax, comimos y cenamos donde "nos iba surgiendo"). Qué necesario es el descanso y el desconectar de todo cada cierto tiempo, permitirse un tiempo en pareja (o en soledad, también podría ser) y dejar el resto de temas personales a un lado. Os agradezco mucho vuestras felicitaciones, me hizo mucha ilusión leerlas en el post anterior :D Y por mi parte... ¡¡me sumo a las que tendrán otras chicas el día de hoy que se casaron hace un año!!.

¡Feliz aniversarioooooo!

Es cierto que un año vuela, sí, pero no es menos cierto que también permite que cambien mucho las cosas. Creo que ése es uno de los síntomas que nos permiten a las parejas saber que estamos "en el buen camino" (si es que en algo tan complejo y tan íntimo como el amor se puede hablar alguna vez de estar en el buen camino): que la relación evoluciona, que hay cambios visibles, que las cosas se mueven y mutan y no se encuentran estancadas.

Las personas rara vez somos estables, cambiamos nuestras expectativas, nuestro estilo, nuestro corte de pelo y nuestra forma de ver la vida cada cierto tiempo. Es lógico pensar que las relaciones también cambian. Hay ciertos aspectos que nos facilitan la convivencia, y otros que la hacen más difícil, asuntos a los que es muy fácil adaptarse, y otros a los que cuesta. Pero lo vivo siempre está en movimiento, y a mí me gusta verlo así.

Durante la preparación de una boda, creo que la relación de pareja también atraviesa varios estados: desavenencias que luego se solucionan; discusiones que sacan a la luz aspectos a los que hay que prestar atención; complicidad que resurge; puntos en común que no se sabía que existían... Os animo a todas las parejas que estéis en este proceso que lo aprovechéis al máximo posible, desde este punto.

Y antes de despedirme... quiero colgar una imagen que me he encontrado esta mañana de forma accidental, mientras buscaba cosas para el trabajo, y que resume el principio que quiero aplicar en mi vida desde hace bastante tiempo, sobre todo a partir de comienzos de este año:



Pues eso... ¡a seguir entrenando mi perseverancia y mi autodisciplina! ¡Tengo que conseguirlo! ¡Mi vida personal y mis sueños dependen de ello! ;-D

Un beso muy fuerte, enhorabuena a las agraciadas con el primer aniversario y a todas... ¡¡Feliz domingo!!

viernes, 19 de abril de 2013

Muy pronto... el primer aniversario

Hace un año, las cosas eran muy, muy distintas.

En un día como hoy, faltaban dos días para que sucediesen un montón de cosas. Yo había pasado una semana muy estresante, pero justo en ese momento, supe eliminar y priorizar cosas, y conseguir ese espacio que necesitaba "para sentirme la novia afortunada y enamorada que quería ser", como leo en el post de aquel día. Vaya, ahora pienso en todo ese estrés de los días previos y me falta un poco el aire :-) Pero tranquilas, queridas novias, que cuando se está dentro, ese estrés no sólo se soporta, sino que se disfruta muchísimo.

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domingo, 14 de abril de 2013

Hacia dónde hay que ir...

Nos dicen que la vida es una carrera hacia adelante (sí, una carrera, con pistoletazo de salida y prisas), o una ascensión como la de una montaña, llena de peligros.

Un paso más, y luego el siguiente, y el siguiente, y seguir subiendo, escalando, siempre hacia arriba...

Y yo me pregunto ¿Pero hacia dónde? ¿Qué hay al final de todo eso? (de esa carrera que se supone que es la vida, o de esa montaña)

Y sobre todo ¿hasta cuándo hay que seguir avanzando? ¿hay algún momento en que se nos permita parar?


La promesa resuena en mis oídos, esa promesa que hoy en tiempos de crisis ya no se ve tan clara, pero que antes sí lo era: tienes que aprovechar el tiempo, no desperdiciarlo, llegar lejos, ascender...

Aprovechar el tiempo... ¿qué es? ¿Gastarlo en estudiar lo que otros te dicen que estudies? ¿Que trabajes sin descanso para que otros ganen más dinero, otros que seguramente no saben muy bien cómo gastarlo? ¿Aprender dos idiomas más, una nueva actividad física, arte, música, todo para estar siempre "mejor formado" aun sin saber muy bien para qué?

jueves, 11 de abril de 2013

Nuevas voces, historias de bodas

Este blog está cambiando y mutando poco a poco. A veces soy yo quien propongo conscientemente los cambios (por ejemplo, el cambio en el aspecto), y otras simplemente me dejo llevar por lo que me apetece en cada momento (como artículos de desarrollo personal ¡en un blog de bodas!).

El caso es que hace unas semanas se me ocurrió la idea de incorporar algunas historias interesantes o emotivas de las lectoras de este blog, cosas que me han llegado al correo, o bien historias de gente que conozco (en el mundo real o virtual) que, opino, merecerían ser compartidas con el resto del mundo.

Me dije que me encantaría que otras personas colaborasen conmigo, compartiendo sus opiniones, vivencias y puntos de vista. Y que quería hacer esta propuesta extensible a quienes habitualmente u ocasionalmente me leen: por lo tanto, si quieres contar algo, si crees que va a ayudar a los demás o te va a desahogar a ti, pues hazlo. Comparte tu historia, danos ideas, comenta en el blog. O ve más allá: escribe una carta o un artículo que se pueda publicar.

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lunes, 8 de abril de 2013

No es nuestra única oportunidad.

Hace unos momentos leía este artículo de A practical wedding, cuyo título me ha impactado (This isn't your last change). Habla de ese consabido tema que las ya casadas conocemos bien (porque lo hemos experimentado en nuestra propia piel) y las futuras novias piensan de vez en cuando:

¿El día de la boda es MI día o NUESTRO día? Puesto que es sólo una vez en la vida (o eso queremos la mayoría), ¿tiene que ser y salir todo perfecto?

¿Qué pasa si elijo algo "incorrecto" o que luego no me gusta?

¿Qué pasa si al año de casarnos voy a una boda, o la veo por Internet, y pienso con nostalgia que ha sido más bonita que la mía?

¿Qué pasa si una vez casada, descubro el que sería mi vestido perfecto, las ideas más geniales para los invitados, el videógrafo o fotógrafo de bodas que hace justo lo que yo quería y en su momento no encontré?

miércoles, 3 de abril de 2013

La vida bohemia

Siempre ha ejercido sobre mí una fascinación inexplicable la vida libre y bohemia. Con esto me refiero a una forma de vivir en la que la espontaneidad, el arte, la falta de normas, la sorpresa y las aventuras varias forman parte del día a día.

Buscando por Internet apuntes sobre la vida bohemia, y definiciones algo menos románticas que la mía me encuentro con cosas como estas:

"La vida bohemia es aquella vida despreocupada que busca la alegría de vivir, los placeres mundanos y las compañías agradables. El término nació a partir de los gitanos que provenían de Bohemia (en la actual República checa) y que fueron a Francia a vivir. La gente bohemia vivía la noche, en los salones, en los cafés y en los bulevares de la ciudad de París." (visto aquí)

París, la noche, los boulevares, las compañías cultas y divertidas... ¿no os parece que este cielo gris que tenemos hoy se va desencapotando al mencionar estas cosas?


viernes, 29 de marzo de 2013

Una propuesta de canción para el primer baile

El primer baile... las luces bajan su intensidad, la gente se arremolina alrededor de los novios, los primeros compases suenan mientras los recién casados se abrazan y se miran a los ojos.

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lunes, 25 de marzo de 2013

Cosas imprevistas que traen las bodas.

Un año… Hace un año quedaba menos de un mes para mi boda (post como este, me ponen una sonrisa en la cara). Menos de un mes para ese gran día con el que había estado soñando unos meses atrás. Menos de un mes para un día en que mi vida daría un cambio evidente, tanto físico como emocional. Pasaba de estar soltera a casada. De vivir en varios pisos diferentes, y en casa de mis padres en los tiempos muertos, a vivir junto a mi marido. De tener una alta dosis de independencia, a tener una dosis media de independencia (pero un poquito tiene que quedar siempre).

Hace un año, además, empezaba un difícil período familiar por razones que no vienen al caso. Y también empezaba una incipiente búsqueda de identidad, mi verdadera identidad, por un lado porque en el período de los preparativos me había conocido más a mí misma que en meses anteriores (cosas inesperadas que traen los preparativos), y por otro porque mi futuro laboral empezó a ser incierto. Me quedé en paro un par de meses antes de la boda (cosa que, francamente, me vino de perlas), y empecé con un trabajo radicalmente diferente unos tres meses después. Los cambios siempre "remueven" cosas dentro de nosotros.

Así pues, este último año ha sido más convulso de lo que hubiera esperado en principio. Convulso y a veces doloroso. Cambiante e impredecible. Un año donde en muchas ocasiones me he preguntado ¿quién soy? ¿qué hago aquí? ¿es esto lo que anhelaba cuando era jovencita? ¿cuál es mi verdadera pasión? ¿cuál mi verdadero talento? Y la más importante de todas, que va surgiendo conforme una se acerca a cumplir treinta años: ¿qué es lo que quiero hacer con mi vida?

 

sábado, 23 de marzo de 2013

Zapatos de novia ¿qué hacer con ellos?

Mis zapatos de novia están palideciendo en el armario... Y a veces pienso que me gustaría hacer algo con ellos.

Veréis, cuando yo pensaba en mis zapatos de novia, me imaginaba unos muy bonitos y cómodos a la vez, con plataforma y hebilla, y en algún color que no fuera de la gama del blanco al marfil. De todos los zapatos de novia de color, mi sueño eran unas maravillosas sandalias doradas (dorado y con glitter) o en color nude (¿hay acaso un color más delicado y perfecto?). Algo parecido a estas doradas de Jimmy Choo:
Jimmy Choo
O estas monísimas (y parece que comodísimas) de MiuMiu

miércoles, 20 de marzo de 2013

Sobres para invitaciones DIY

Me acabo de topar en el facebook de una amiga con una idea fabulosa.

Es un tutorial muy sencillito sobre cómo hacer sobres con las páginas de tus revistas favoritas (de moda, decoración, paisajes ¿y por qué no de bodas?).

Sé que a algunas al comprar las invitaciones os dan los sobres a juego, pero en otros casos el conseguir los sobres adecuados (en cuanto al tamaño, color, tipo...) puede ser una auténtica odisea. ¿Por qué no hacerlos y que queden así de chulos?



domingo, 17 de marzo de 2013

Aprendamos de los chicos

Han pasado casi casi once meses desde que me casé. No diría que es mucho tiempo, pero tampoco es poco. Once meses o un año es el tiempo suficiente para decir "qué rápido se ha pasado" pero también para ver la boda desde una cierta distancia.

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Los sentimientos postboda se han apaciguado. Ya no aparecen apenas esos sentimientos de nostalgia por no poder repetir un día que ya pasó, o por no poder cambiar cosas, o al recordar esa tremenda ilusión que yo diría que es lo mejor que puede pasarle a todas las novias (nunca lo diré lo suficiente: novias, ilusionáos todo cuanto podáis en los preparativos, sed felices, cursis, vitales, compartid experiencias, dejaos mimar, estad enamoradas y preciosas).

Ahora veo las bodas con otra perspectiva. Con más madurez, diría yo, si es que es posible sentir "madurez" acerca de las bodas. Sigo viendo blogs de bodas de vez en cuando, más que nada por no perder el hilo argumental de este blog, y porque a veces me gusta ver cosas bonitas. Y aunque algunas veces encuentro cosas originales y útiles, en otras ocasiones soy capaz de ver "los horrores" que puede presentar esta industria bodil demasiado interesada en los detalles más minúsculos y en el bonitismo.

viernes, 15 de marzo de 2013

Un reality para la sobremesa: tu casa a juicio.

Soy una loca de los realities. Especialmente los que emiten después de comer, en ese período de tiempo en que las facultades mentales están algo más disminuidas, y apetece ver algo ligero y entretenido, y a ser posible que se pueda comentar con el acompañante (muchas veces se ha dicho que la tele dificulta la comunicación, pero yo he comprobado que existen programas que pueden abrir interesantes debates que de otro modo no hubieran surgido).

Estoy enganchada al canal Divinity hasta un extremo que mi maridito denonima un tanto adictivo. Primero fue la serie "Entre fantasmas" (between ghosts, como le decía de coña a mi amiga inglesa; ése era el título legítimo y no Ghost's whisperer), con la que cada día reflexionaba sobre los asuntos pendientes que tenemos que resolver en esta vida antes de morir (so pena de vagar para siempre como espíritus y necesitando a alguna Melinda Gordon para comunicarnos con los nuestros). Cada día me emocionaba al llegar al final, la serie me parecía bonita y llena de sentido existencial, en serio. Luego, allá por el verano pasado, me encapriché de los realities de novia, en esa etapa post-boda en la que aún me brillaban los ojitos al pensar en la boda, y en los maravillosos vestidos blancos conque llegamos al altar.

Una vez superé el momento post-vestido de novia, fue el programa "Tu estilo a juicio" el que me enganchó tarde tras tarde, y que me hizo ver la importancia que es tener un estilo personal cuidado (ais, lo que me he reído con las ocurrencias de David Clemmer).

Tengo que decir que estos realities y series, para una persona que tiene una afición particular por analizar el comportamiento humano, y por extraer pequeñas lecciones de vida de las situaciones más insólitas, como yo, son una fuente de sabiduría práctica. Quizás por eso me doy el gustazo de verlos sin remordimiento; total, como voy a aprender... ;-D

En estos momentos, uno de mis programas freak  preferidos de la sobremesa es el reality de "tu casa a juicio" (love it or list it) con mis queridos y conocidos Hillary y David. Qué momento, ese de acabar de comer, ir al sofá y ver unos capitulitos nuevos. Me encantan las intervenciones y ocurrencias de esta pareja, incluso sus comportamientos sobreactuados (David tan competitivo y seguro de sí mismo; Hillary histérica cuando en todas las casas aparecen -¿casualmente?- problemas no previstos). Una llega a conocer tan bien a Hillary y David que desearía irse con ellos a tomar esa copa final que paga el que pierde su apuesta.


miércoles, 13 de marzo de 2013

Detalles de boda solidarios

¿Cuántas veces hemos salido de una boda con un detalle "inútil" que no sabemos dónde colocar, o qué hacer con él?

Desde el blog, he insistido en la necesidad de regalar detalles que tengan alguna utilidad o que sepamos que van a gustar ampliamente (mis favoritos, ya sabéis, son los que "se gastan" sea algo comestible, jabones, velas, gloss para las chicas...).

Pero podemos ir un poquito más allá, y regalar algo verdaderamente diferente, y que refleje el compromiso de los novios con hacer de este mundo un lugar mejor . Porque ¿qué mejor momento para hablar de compromiso  que una boda, eh? :-)


lunes, 11 de marzo de 2013

Para comenzar bien el lunes

"Un sueño posible, un proyecto personal de vida, es la mejor herramienta que podemos tener a nuestra disposición para comenzar cada día con una sonrisa, con una esperanza, porque sabemos adónde queremos llegar, porque hemos trazado un camino para recorrer y porque tenemos la certeza de que más allá de que el pasado nos haya deparado conflictos, fracasos y pérdidas, el presente nos está dando una nueva oportunidad para demostrarnos que todo es posible y que estamos capacitados para ser responsables de nuestro destino y dar cabida a nuestros sueños."

Extraído de: "Apuesta por ti", Walter Dresel.


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He sacado este extracto de un libro que he estado hojeando el fin de semana. El libro no ha llegado a engancharme, porque creo que estos libros de autoayuda a veces simplifican todo demasiado, y no tienen en cuenta que nuestros miedos en ocasiones son demasiado grandes como para captar el mensaje positivista de este tipo de libros. Por otro lado, lo de "autoayuda" va bien cuando la situación la puedes manejar, pero en otros casos necesitas ayuda y sentirte arropado para empezar a levantar cabeza...

viernes, 8 de marzo de 2013

"No me gusta posar, ¿qué hago?"

Seguro que algunas de vosotras tenéis esta pregunta molesta flotando por vuestras cabecitas.

Las personas que tienen una gracia natural para seducir a la cámara, y que no se sienten incómodas posando o dejándose llevar por el momento, no tendrán ningún tipo de problema el día de su boda. Mucho menos esas personas fotogénicas, que siempre salen bien aunque estén despeinadas u ojerosas (¡¡arrgghh, tengo amigas así!!), y que una como servidora odia secretamente por este motivo.

Porque yo, queridas, me encuentro más bien en el lado contrario. En el lado de las que ante las fotos hacen un gesto raro o un guiño desfavorecedor. Y en el lado de las que dicen que, por lo general, al natural están mucho mejor... Para mi tranquilidad, hay personas que opinan esto mismo, que las fotos no me hacen justicia, lo cual me hace sentir mucho mejor.

Meses antes de la boda tenía esta pequeña preocupación en la cabeza: de poco servirá un buen fotógrafo y un buen videógrafo de bodas, si yo por lo general "suelo salir mal" en las imágenes estáticas o en movimiento. Además, a mí siempre me ha dado mucha vergüenza posar ante las cámaras... Soy de ésas que cuando va a ver las fotos y el vídeo de novia a casa de una amiga, se siente incómoda cada vez que aparece en las fotos o hablando-riendo-bailando ante la cámara.

lunes, 4 de marzo de 2013

¿Quién limpia esta casa?

Creo que no me equivoco si digo que uno de los motivos más frecuentes de las peleas entre parejas que conviven juntas es la limpieza y el orden en el hogar. (Hola cariño, ¿me lees? Sí, hoy voy a hablar de uno de tus temas preferidos... va sin acritud -que conste que en este caso yo soy la parte "desastre" y mi marido la parte pulcra)

Desde luego es un tema delicado. El hogar es el sitio en el que, o bien pasamos la mayor parte de nuestro tiempo (si contamos dormir) o bien en el que nos sentimos más identificados. Todo el mundo necesita sentir que tiene un territorio suyo, que en algún lugar del mundo "se siente como en casa", que tras un viaje o un día de trabajo "regresa a su hogar". Ya sabéis el conocido refrán: como en casa en ningún sitio. Doy fe.

Una de las manifestaciones de lo importante que es para todos vivir en un hogar que sintamos como nuestro, es el esfuerzo económico e intelectual que se hace al decorar una casa (que muchas veces se lleva a la par que se organiza la boda). Nos pasamos horas pensando en cómo pintar las paredes, qué muebles elegir, qué cuadros, qué telas, qué texturas, qué tipo de iluminación. Los artículos y revistas sobre decoración, tendencias e incluso DIYs para el hogar abundan por todos lados. Los novios antes de la boda corren como locos de un sitio para otro buscando los artículos perfectos (yo lo hice después). Nuestro hogar es importante.

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Pero la realidad es que una casa bonita y con un diseño esmerado sólo va a resultar realmente acogedora bajo dos supuestos: 1) si ese estilo tan cuidado va con nosotros, refleja nuestra personalidad, nos ha resultado divertido al elegirlo y 2) si está limpia y ordenada.

La mejor casa del mundo, la más grande y con los objetos más valiosos, podríamos desecharla si está hecha una pocilga. Un piso pequeñito y mono, con pocas cosas, podría ser objeto de un enamoramiento si lo vemos ordenado y pulcro.

Limpiar es una de esas tareas que, nos guste o no (y a la mayoría no nos gusta, lo sé) forma parte de nuestra rutina diaria, como comer, asearnos, trabajar o dormir. No podemos vivir sin limpiar, sencillamente (a no ser que nos limpie otro, pero en este caso tendremos que pagarlo). Podemos estar un día, dos, y hasta una semana o más sin barrer el suelo, pero pásate un par de días sin fregar un plato o recoger la ropa de tu habitación que tu salud emocional peligrará seriamente.

Lo malo de limpiar, aparte de las molestias que supone si consideramos la tarea desagradable, es que es algo que exige un esfuerzo permanente. Cada vez que cocines, debes fregar y recogerlo todo. Si un día te matas a planchar, eso no quita que a la semana no tengas que volver a repetir esa memorable experiencia. Es así de duro (o no), y tenemos que admitirlo... Pero creo que puede haber ciertos consejos y trucos que pueden hacernos la experiencia de limpiar un poquito más grata. Y quisiera compartir los míos con vosotras, y si encontráis algo más que añadir, lo podéis compartir en los comentarios:

1. La primera cuestión es QUIEN limpia la casa. De ahí vienen la mayoría de los problemas. En general, los hombres son más proclives a verlo todo menos sucio y a escaquearse. Es importante hablar con nuestra pareja y plantearle dos cosas: en casa, nadie "ayuda a" o "colabora" (qué típico cuando he hablado con algunas amigas y conocidas escuchar: oh, mi marido es buenísimo, me ayuda mucho con la casa). Ehhh.... ¿¡perdona!? Los dos trabajáis (a veces, incluso ella trabaja más horas) ¿por qué te conformas con que te haga la compra y cuatro cositas más? 

Considero que este punto debería estar clarísimo para las parejas del siglo XXI (¡novias, sacad el tema con vuestros futuros maridos!): si los dos trabajan, y aproximadamente las mismas horas, las tareas SE REPARTEN. Sin más. Nadie ayuda a o colabora con. En el caso de que los horarios de trabajo de uno sean más cortos o flexibles que los del otro, entonces se podría llegar a una negociación, y que uno de los dos asuma más el peso de la casa durante la semana.

Pero los fines de semana, festivos y vacaciones... se supone que los dos libran de sus respectivos trabajos, por tanto ¿quién tiene que ayudar a quien? No caigamos en la tremenda injusticia de las generaciones anteriores, cuando la mujer, ama de casa, trabajaba religiosamente los 365 días del año, mientras que el hombre que era el supuestamente "trabajador" tenía, al menos, un día a la semana libre y algunos días más al año. ¡¡No, no y no!! Monto en cólera interior cada vez que acudo a una cena familiar en Navidad y veo a los hombres disfrutando de las bebidas y los aperitivos, y a las mujeres preparando, cocinando y recogiéndolo todo después. ¿Acaso no es un día festivo para todos?

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jueves, 28 de febrero de 2013

Nieve



Vaya ¡cómo nieva! Estoy sentada justo enfrente de una ventana, estudiando y escribiendo (ya sabéis, la tesis) pero no me puedo resistir a parar un momentito y disfrutar del espectáculo.

Ya, lo sé, soy una privilegiada. Privilegiada por trabajar desde casa y no tener que moverme de aquí. Por poder contemplar esta nevada desde mi cálido y cómodo hogar. Me acuerdo de las personas que tienen que conducir, o venir andando desde la oficina con la que está cayendo... Sé que la nieve es incómoda para muchos, lo sería para mí si trabajase fuera de casa.

Pero qué queréis que os diga... en mi condición actual, que también es la de otros muchos que pasan el día dentro de casa estudiando o con sus pequeños negocios, esto es una gozada, una auténtica gozada...

Podría pasarme los minutos y las horas viendo de nevar y escribiendo en mi portátil; como os digo tengo la ventana justo detrás del mismo, por lo que incluso veo la nieve caer mientras estoy deletreando y mirando a la pantalla. Los techos de los coches ya están blancos. El árbol de enfrente ofrece un aspecto precioso, las ramas desnudas cubiertas por una delicada capa de hielo.

La nieve y las bodas me recuerdan a esto

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Y me recuerdan que una de mis fantasías de juventud podría haber sido casarme en invierno, en un día muy frío y nevado, para poder lucir un precioso abrigo largo blanco. Me hubiera sentido una auténtica reina-novia, una reina de las nieves joven y glamourosa.

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